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Sancho Panza Lab

Sancho Panza Lab es el laboratorio de periodismo experimental, nuevas estrategias de investigación, e innovación y creolización de los media, desarrollado por la cooperativa de prensa SanchoPanza/presse/coop a partir de 2012.

Es el embrión del futuro servicio público autogestionado de pluralismo real en la información europea, que tomará el relevo de los viejos medios tradicionales en nombre de la Libertad de Prensa del futuro.

Está pensado para la ciudadanía de nuestro siglo, es decir un planeta joven, con tantos brotes verdes como raíces tiene, popular, con un altísimo nivel de educación y con aspiraciones de Libertad, Igualdad, Fraternidad y Justicia.

Se trata de la iniciativa personal, profesional y vivencial del cronista y reportero Andrés Pérez tras 20 años de ejercicio para medios del Mainstream o medios de referencia, en España y Francia, algunos de ellos de alcance mundial.

La reflexión fue iniciada en 2001 en el extrarradio de París, con apoyo de Mains d'Oeuvres, Vecam, el INJEP y la Université Fragments du Monde. Vivió su primer test en 2006-2007, con la web de sátira de investigación geopolítica y fotomontaje SanchoPanzaPunto, elaborada en colaboración Marion Dumand (Atelier Autonome du Livre) desde la Isla de Oléron (Francia, Atlántico). Entre 2007 y 2012, fue madurando dentro de lo que fuera el proyecto inicial del Diario Público (España), desde la corresponsalía de París.

A partir de 2012, se constituyó legalmente como proyecto de cooperativa, en el seno de Perspectives.coop (Perpignan). Celebró sus primeros talleres de periodismo experimental en las librerías Libralire (París), Tropismes (Bruselas) y Le Bal des Ardents (Lyon). En mayo de 2013, efectuó su primer test de eficacia en la inyección de pluralismo real durante el combate informacional que lanzamos por el "new deal del empleo juvenil en Europa". Ese mismo año, recibió el apoyo, en Bruselas, de varias unidades del Instituto de Altos Estudios de la Comunicación Social (IHECS) y de la Asociación Cultural Joseph Jacquemotte (ACJJ).

A partir de 2015, bajo la forma jurídica de una asociación 1901, Les Amis de SanchoPanza, pretende ser:

-una redacción, tête-chercheuse prospectiva, que inyecta pluralismo real, allí donde falta;

-un media horizontal ligero hors-les-murs innovador y creolizado. Dos líneas de acción fundamentales, que hoy faltan en los medios: on the field low level fact-finding/fact-checking; y community based investigative journalism;

-un equipo que aplica a rajatabla la regla de Albert Londres ("la seule ligne que je suive, est celle du chemin-de-fer"), agencia de prensa a la antigua, servicio público de información autogestionado, experimental y de vanguardia;

-una residencia artística para periodistas;

-una universidad popular del periodismo futuro;

-una guerrilla informacional 3.0 del futuro, librando batalla en profundidad dentro de las redes.

Todo ello al servicio de una Europa integrante del Sur Global; Decidida a contribuir a frenar, neutralizar y derribar tanto el proyecto neosupremacista de Occidente, como el proyecto neointegrista de las petrodinastías, o el pancapitalismo de la hyperclass de oligarcas.

*El relevo al periodismo decadente

La hipótesis de base de Sancho Panza Lab es que la actual decadencia del periodismo, muy real, no se debe en absoluto a las explicaciones que con tanta insistencia se le dan. No se debe, como suele decirse, a una crisis económica generalizada, que golpearía forzosamente con más intensidad a un negocio frágil, el periódico, acoplada a una mutación tecnológica que --también forzosamente-- haría obsoleto el oficio, rematada por un desinterés creciente --inevitable-- de las clases populares y medias por los asuntos públicos.

Para nosotros, el periodismo se hunde por otras razones. Se hunde porque:

- se ha dejado subsumir por "la comunicación y las relaciones públicas";

- se ha aferrado a una estética y una iconología pacata, mojigata y hortera. Combina un arcaísmo obsesionado por las imágenes de violencia, guerra, poder y espectáculo, con dosis suficientes de pornografía pornográficamente correcta, mostrando cuerpos perfectamente previsibles, en posiciones perfectamente previsibles;

- rehúye concentrarse en lo que es el núcleo de su misión: informar sobre los conflictos reales, desde el centro de los conflictos reales, sin ocultar ni tergiversar las posiciones de cada parte en conflicto;

- ha eliminado de su centro de gravedad la que es figura central del periodismo: el individuo reportero o el individuo cronista, situado en el corazón del tema que trabaja, equipado con herramientas intelectuales y de observación de altísimo nivel de exigencia y de fidelidad a la realidad, que lo arman para confrontarse, con saber de primera mano, a cualquier poder;

- escoge formas de relato, narrativas y puestas en escena (especialmente para las grandes firmas) dominadas por un patético pathos, que aburren de forma horripilante, y espantan a las generaciones ascendentes, curiosas, interesadas por el mundo real e intelectualmente listas para tomar el relevo;

- ha optado por una deontología y un modelo de negocio presa fácil de la hiperfinanza y de los oligarcas; y

- tiene jerarquías y esquemas organizacionales piramidales de la redacción que lo acercan demasiado, lo asemejan, a las burocracias, a las tecnoestructuras,al ejército clausewitziano, a los Neosupremacistas de Occidente. Son esquemas que, de facto, lo integran en el organigrama de las nuevas tiranías del siglo XXI.


Alain Badiou explicó en 2007 cómo la sociedad francesa se dividía entre "quienes tienen miedo" (voto Sarkozy y voto Le Pen) y "quienes tienen miedo de tener miedo" (voto Ségolène Royal) ante lo que está pasando y lo que va a pasar.

SanchoPanzaLab estima que ese tipo de estructura social, ese perfil sociológico, esa psicología dual del miedo, también domina entre el personal de los medios. Personal que, por otra parte, trabaja bajo contrato para oligarcas que (ellos sí, como explica Mancur Olson) perciben perfectamente sus intereses y saben perfectamente lo que quieren: conservar sus privilegios, muera quien tenga que morir en el mundo.

La hipótesis de base de Sancho Panza Lab descrita en las anteriores líneas no sólo tiene un alcance explicativo más potente que el discurso habitual sobre la crisis del periodismo. Es más: permite entender por qué, si no hay un cambio fundamental en el oficio, las oligarquías del planeta conseguirán sin problemas, en pocos años, su objetivo: con la excusa de "la crisis", dar la puñalada final a la Libertad de Prensa real, con la complicidad o el sometimiento de periodistas transformados en siervos atemorizados, primer paso hacia una restauración de antiguos regímenes.

Y, por lo tanto, con las herramientas de análisis de Sancho Panza Lab, también se intuye rápidamente cuál es la salida clara, franca y directa a la crisis de la prensa, cuál es la estrategia para la Libertad de Prensa del futuro.

Para lograr que esa segunda salida sea, dentro de poco, el desenlace de la llamada "crisis de la prensa", con ese objetivo, trabaja SanchoPanzaLab.

*Si bebes, no conduzcas

En el primer mundo, en las "sociedades del capitalismo avanzado", las ciudades, la política, el arte, la diplomacia, la guerra y hasta la sociología modelan cada vez más su propia imagen, una imagen ficticia, una apariencia. Una apariencia destinada a suplantar la realidad.

El ciudadano occidental de clase media nace, crece, vive y muere sumergido en un torrente de símbolos, un diluvio de imágenes visuales y sonoras, universo falaz envolvente. Un envoltorio. Jamás en la historia humana, la producción de símbolos artificiales había sido hasta tal punto voluminosa, cuantitativamente, precisamente en el momento en que esos símbolos, cualitativamente, tienen menos que ver con la realidad y dependen más directamente de centros de decisión alejados y estratosféricos.

El periodismo convencional contemporáneo no ha comprendido ese giro en la realidad. No ha comprendido:

- El nacimiento de un urbanismo mentiroso que inventa una imagen de ciudad apaciguada, cuando los espacios urbanos y periurbanos son, cada vez más, teatro de conflictos geopolíticos donde se muere de hambre y de frío, de donde se expulsa a seres humanos, donde se condena a la nada la memoria entera de nuestros ancianos, nuestra gente, nuestra memoria;

- La invasión de una comunicación política pensada para generar la ilusión de la acción política, para rellenar la vacuidad de poderes públicos que se han automutilado y privado precisamente de las herramientas de acción desde hace años, aunque sí crecen exponencialmente en puestos, cargos, salarios y dietas;

- La omnipotencia de un mercado cultural, del arte y mediático que, mediante la manipulación de cotas y de símbolos, procede a poner y quitar implantes de memoria en el ciudadano;

- La generalización, como fachada del Norte, de una diplomacia cada vez más afable de buenas intenciones. Mientras en el interior, es más secreta e hipócrita que nunca, más injustificable también: oscila a piñón fijo entre el sadismo de la relación Norte-Sur o Centro-Periferia, el servilismo para con los nuevos Tycoons del planeta, y la letanía autojustificativa de la guerra justa con casi cero muertos en los espacios de tiniebla donde hic sunt leone;

- Bajo la apariencia de libertad sexual, la banalización de un sexismo total, la generalización del patriarcalismo, de la violencia sexual jerárquica, y el sometimiento del placer de los cuerpos a las leyes del pancapitalismo. Un fenómeno cuyo máximo exponente, en las altura, han sido el Caso DSK, las peripecias del viejo Borbón español o el Caso Berlusconi; y, a ras de hogares, son las adolescentes intentando a toda costa parecer una Beyoncé semidesnuda en las fotos de sí mismas que envían a las"redes sociales".


A falta de comprender el poderío cognitivo de ese pantalla de humo que encubre la realidad, el periodista convencional se ha convertido en la mascota ideal de quienes manejan el envoltorio.

Salido de una "facultad" o "escuela" donde se ilusiona con su ego, y se le hace creer que el oficio es un asunto labia y unas cuantas triquiñuelas para luego subir peldaños dentro de una gran organización, el periodista convencional es el principal motor de la degradación del periodismo, de su pérdida de credibilidad ante las nuevas generaciones del Sur Global.

Dotado de un ombliguismo y un pico en los que él íntimamente cree con una fe ciega, el peridista convencional repite y repite lo que oye y lo que ve, se repite a sí mismo, contento, autosatisfecho, se autoreplica, amplifica la superproducción del abundante diluvio de símbolos envolventes.

Así, el periodista convencional se ha convertido en el arma perfecta, definitiva, de lo que los Tiqqun con acierto llamaron "la jeune-fillisation de la société"; También se lo puede llamar "sociedad líquida" o "modernidad líquida".

El periodista convencional, grande o pequeño, intenta seguir hablando como líder de opinión y gran gurú a una generación que él imagina sentada en el sofá ante la tele, desconocedora del mundo. Se dirige así, con la cabeza hueca, a jovénes que conocen el mundo mejor que él. A jóvenes que son el mundo.

Nadie ha exigido nunca al periodismo y a los medios de comunicación que estén en primera línea de las barricadas. Pero tampoco es aceptable lo contrario, que es lo que está ocurriendo hoy: un oficio de escribanos que se dejan llevar con total facilidad por el pseudopluralismo, el autismo social y artístico, y la incultura económica. Y ello, bajo contrato con oligarcas posesores de los medios, medios colocados entre manos de una casta de "grandes firmas" totalmente desconectada de la realidad.

Es misión de SanchoPanzaLab frenar esa deriva.



cc - OJALÁ,Sancho Panza Lab / CAPE SanchoPanza/Perspectives 2013-2014 / Les Amis de SanchoPanza 2015

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